Hay momentos de la vida donde el cuestionamiento de quién eres y la sensación de estar estancado o perdido, son tan fuertes que necesitas mirarlo cara a cara. A mí me pasó. Por aquel entonces una voz interna recorría mi cuerpo con la necesidad de hacerse escuchar.
Me veía carente de herramientas para seguir el viaje y, en aquel momento decidí buscar la ayuda de un terapeuta. Deseaba hacer las paces con aquello que me impedía avanzar y aquella decisión abrió una puerta en mi vida que la llenó de sentido. Empecé a mirar y a descubrir en mi la espiritualidad, la consciencia, la humildad y el perdón.
Ahora conecto con el amor hacia mi persona, siendo honesto con lo que quiero y aprendiendo a escuchar mi verdad, lo que me invita a querer estar con las personas, en los lugares donde me siento amado, me divierto y me siento pleno. Soy responsable de mi vida y me doy cuenta que yo elijo, consciente o inconscientemente, cada experiencia de vida.
Todo empieza dentro, y es así cuando casi sin palabras compartir es más fácil, pues el amor... fluye solo.
Agradecido a cada proceso vivido a nivel personal y a todas aquellas personas que forman parte de mi camino
Cuando sientes gratitud y el corazón se abre, sucede que el amor que eres se desborda, nutriendo cada huella que el paso del tiempo dejó en ti. Toda mi vida se caracteriza por la sensibilidad hacia todo lo que me rodea. Acojo cada una de las vivencias escogidas por mi ser para evolucionar. Con la perspectiva del tiempo veo en ellas la intención sanadora.
Reconozco en mi a mis padres, José y Rosa, agradeciendo a ellos su entrega, me inclino y honro. Siento que cada una de las vivencias a vuestro lado han sido necesarias en el proceso para mi evolución personal. Me encanta formar parte de este árbol.
Soy un enamorado de la jardinería y la naturaleza. En ellas aprendí a mirar y sentir de otra manera, abriendo una ventana de sensibilidad y amor que poco a poco calaba en mi interior. Sensible desde que recuerdo, la época de contacto con las plantas despertó en mi un deseo de conocer y descubrir el mundo interior que surgía con mucha fuerza.
Hace unos años, después de descubrirme carente de herramientas para seguir creciendo como persona, emprendí mi proceso de trabajo personal, donde la principal premisa interna era conectar con el ser completo que soy. Descubrir quién era yo realmente y hacer las paces con aquella parte que me impedía avanzar, condicionando mi vida diaria, generando ansiedad y dudas. A partir de aquí, conozco a Maite Sarrió, realizando un trabajo personal donde recibo una valiosa formación en coaching, desarrollo personal y aromaterapia egipcia. Hoy en día, aún en la distancia, una bella amistad.